Cacahuetes para dos

Tengo una nueva mejor amiga, es muy especial, aunque solo me quiere por el interés y estoy de acuerdo con ella. Le doy cacahuetes en el parque donde almuerzo.

Allí, mientras veo a mi amiga comer, soy muy feliz y doy gracias a la vida por poder disfrutar de esos pequeños momentos, en estos tiempos duros, en los que o pones los pies en la tierra se te encoge el corazón.

Pero yo, tengo la fortuna de tener esos momentos con mi nueva amiga y poder pisar la tierra de ese parque que me da todo lo que necesito para desconectar de todo lo malo e hincharme de paz.

En el fondo, no sé quién es más interesada de las dos, porque lo que me ofrecen ella y el parque, es mucho más que un puñado de cacahuetes.

(Gracias Ana por compartir esta historia)