Kristina

En Covarrubias, cuando fui hace muchos años, el deseo aún estaba sin cumplir. Mientras espero que Laura Hernandez me lleve a verlo, le robo su versión su historia: “A principios del S. XIII, la princesa Kristina, viajó desde el reino nórdico hasta nuestras tierras, para contraer matrimonio con el infante Felipe de Castilla, hermano de Alfonso X el Sabio. Tres meses tardó en realizar tan largo viaje y tres años los que viviera en Sevilla, residencia oficial del infante, una vez contraídas las nupcias en Valladolid. Cuentan que por estar tan lejos de su tierra, la princesa enfermó de melancolía y murió sin descendencia a los 28 años. Su único deseo en vida, fuera el de que su marido levantase una iglesia en su honor.

Ya pasados unos cientos de años, en el S.XXI, se le dio gusto a la difunta y se construyó una iglesia, digna de visita por su enclave y su estilo Guggenheim

El proyecto ganador es de 3 arquitectos oriundos de la ciudad en la que Kristina contrajera matrimonio…Antes de marchar y al pasar por la plaza, la señora la señora Leonor, longeva como pocas, ofrecía a los visitantes los productos de temporada de su huerta. Nombre de alcurnia el de esta señora: Reina de los Ajos…Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado...”  (¡Tusen takkm, Laura!)