MiAgapimu
- soytuagapimu
- 29 may 2020
- 1 Min. de lectura
Pues tengo mucha suerte, la verdad que tengo muchos agapimús, pero el que de verdad fue el primero y el más mejor fue mi padre.
Sé que más mejor no está bien redactado, es igual, es mi sello particular, esa forma de expresarme que todos coinciden en decir que me hacen especial.
Cuando me pasa algo complicado pienso cómo lo resolvería mi padre, y cuando es algo magnifíco pienso, ¡ vaya! cómo lo disfrutaría.
32 años hace que no le puedo ver con los ojos aunque siempre le he podido sentir, y es más, creo que me debí casar con su alma gemela o reencarnada o no se cómo explicarlo porque mi complemento de vida, se parece mucho a su alma, buena, transparente (no la trasparencia del gobierno y demás instituciones que alardean de ella, no nos hagamos lío con esto), divertida, protectora, precavida……
Precisamente, lo que nunca olvido es la forma en la que me enseñó a comunicarme con el resto, de frente, mirando a los ojos asomándote al alma del otro y permitiendo que vean la tuya, siempre decía, ‘quién te hable con los ojos, esa persona, merece la pena’. Y vaya que sí.
Por cierto, hoy en día se ven muchas personas que están aprendiendo a hablar con las ventanas del alma y a pesar de la dificultad física que acarrea la mascarilla y la falta de costumbre, si miras bien, encuentras ‘almas puras’ como me decía mi agapimú.
(Gracias prima Elena por compartir tu historia del alma)
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